Sacudo temblorosa la polilla. Tu cuerpo es el hogar del mutilado, tu cuerpo es solo un cuerpo el mío el del insecto que se agita.
Bebo. Bebo y te digo te deseo cuánto cómo de qué modo, a ti desnuda en esta cama, a ti mujer cambiante y olvidada. A ti que no lloras porque no sabes, que de niña te decían eso no se hace. A ti que ahora comes con los ojos y las manos que me dices no me toques que me imploras.
qué terrible ese umbral entre el querer y no, entre los silencios y las súplicas...
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